Por qué los coches eléctricos de renting son la opción más beneficiosa para las empresas

El renting como alternativa al coche de empresa tradicional

Para una empresa que necesita vehículos para el uso de sus empleados y empleadas, optar por vehículos eléctricos en modalidad de renting representa una opción óptima frente al coche de empresa propio. Al menor coste operativo se suman los incentivos fiscales, una menor carga administrativa y una mayor agilidad para adaptarse al cambio tecnológico y regulatorio. 

Para el departamento de RRHH, esta fórmula permite, además, articular un beneficio para empleados y empleadas que resulta atractivo y alineado con las políticas de sostenibilidad empresarial.

Tipos de vehículos disponibles en renting flexible

Para los y las profesionales de Recursos Humanos y de la gestión de movilidad corporativa, resulta cada vez más relevante la elección de vehículos adecuados dentro de una flota en régimen de renting, especialmente cuando existen razones fiscales de peso, así como estratégicas. Conocer los tipos de vehículos disponibles en el renting flexible y sus especificidades al respecto resulta imprescindible. Hoy en día, la mayoría de los servicios renting ofertan tres modelos:  

• Coches eléctricos.
• Coches híbridos enchufables.
• Vehículos de gasolina y diésel.

De todas ellas, el coche eléctrico renting es la opción más rentable.

Coche eléctrico en renting: la opción más rentable

El renting flexible es la vía más sencilla para incorporar flotas sostenibles a una empresa, y el coche eléctrico, la modalidad más rentable. Y es que, esta última refuerza la imagen corporativa sostenible que trata de apuntalar la empresa. Todo ello sin asumir una fuerte inversión inicial en la compra de vehículos propios ni riesgos de depreciación. 

Si a esto sumamos la posibilidad de abordar una gestión centralizada, automática y transparente a través de una herramienta como Pluxee y las ventajas fiscales que se desprenden del coche eléctrico renting, la fórmula se presenta de forma muy atractiva para las empresas.

Por qué los coches eléctricos son fiscalmente más ventajosos

En el caso de los contratos de renting, estos permiten que la cuota mensual o anual a pagar represente un gasto deducible para la empresa en el Impuesto de Sociedades (o IRPF si se trata de una persona autónoma), además de deducciones en el IVA (dentro de los límites establecidos para uso profesional o mixto). No solo eso, existen reducciones aplicables para aquellos eléctricos que se consideren salario en especie. Por ejemplo, la Agencia Tributaria permite una reducción del valor imputado a efectos de IRPF para la cesión de vehículos considerados eficientes energéticamente. Esta puede alcanzar hasta en un 30 %. 

Esto significa que para el trabajador o trabajadora que tiene el vehículo como parte del salario en especie (lo que conlleva un uso privativo además de profesional), la base de tributación por este beneficio puede verse reducida si es un vehículo eléctrico o de muy bajas emisiones, lo cual mejora el atractivo del beneficio para el empleado o empleada al reducir el coste asociado al gravamen de IRPF.

Ventajas fiscales de cada tipo de vehículo

Como señalamos más arriba, el coche eléctrico renting conlleva ciertos ahorros en el IRPF.  Por ejemplo, para los supuestos de cesión de uso de vehículo, la valoración resultante se podrá reducir hasta en un 30 % cuando este sea considerado eficiente energéticamente.

Sin embargo, la imputación fiscal varía según emisiones y tipo de motor. Concretamente, las reducciones aplicables en la valoración de vehículos automóviles eficientes energéticamente (según el Art. 48 bis Reglamento IRPF), son las siguientes:

• Reducción del 15 % del importe que resulte, cuando las emisiones oficiales de CO2 no sean superiores a 120 g/km y el valor de mercado que correspondería al vehículo si fuera nuevo, antes de impuestos, no sea superior a 25.000 euros.
• Reducción del 20 % del importe que resulte, cuando las emisiones oficiales de CO2 no sean superiores a 120 g/km, se trate de vehículos híbridos o propulsados por motores de combustión interna que puedan utilizar combustibles fósiles alternativos (autogás –GLP– y Gas Natural) y el valor de mercado que correspondería al vehículo si fuera nuevo, antes de impuestos, no sea superior a 35.000 euros.
• Reducción del 30 % del importe que resulte, cuando se trate de cualquiera de las siguientes categorías de vehículos: vehículo eléctrico de batería (BEV), vehículo eléctrico de autonomía extendida (E-REV) y vehículo híbrido enchufable (PHEV) con una autonomía mínima de 15 kiló­metros siempre que, en este caso, el valor de mercado que correspondería al vehículo si fuera nuevo, antes de impuestos, no sea superior a 40.000 euros.

También existen subvenciones a las que pueden acceder las empresas ante la adquisición de vehículos eléctricos, además del gran beneficio sostenible fruto de un menor impacto medioambiental, lo cual supone un poderoso beneficio adicional.