Cómo conseguir una plantilla realmente motivada: la teoría de los dos factores de Herzberg
14 Marzo 2019
Contar con una plantilla motivada es el reto de cualquier departamento de Recursos Humanos actual.
Los estudios demuestran que un equipo motivado rinde un 44 % más y aumenta un 27 % el compromiso de los empleados1. Es decir, la motivación se traduce en un mayor rendimiento y un mejor desempeño de las empresas, además de asegurar que todos están alineados con los objetivos y el crecimiento de la compañía.
La motivación de los trabajadores, y de las personas en general, ha sido una cuestión de máxima relevancia para los estudiosos de la psicología desde los años 40, cuando las teorías de Abraham Maslow iniciaron un camino para sistematizar sus principios. Dentro de esta corriente, una de las figuras más relevantes es la del psicólogo estadounidense Frederick Herzberg, quien a finales de los años sesenta dio a luz una de las teorías de motivación más extendidas y que ha llegado hasta nuestros días: la teoría de los dos factores, o, como también se la conoce, “teoría de la motivación e higiene”.
La tesis fundamental de la teoría de los dos factores de Herzberg es que los elementos que producen satisfacción en una plantilla son completamente diferentes de los que causan insatisfacción. Esto se debe a que las personas tienen un sistema de necesidades doble: por un lado está la destinada a evitar el sufrimiento o el dolor; por otro, la orientada al crecimiento emocional e intelectual.
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Dos tipos de necesidades humanas
Teniendo en cuenta esa diferencia cualitativa en las necesidades humanas, Herzberg formuló su teoría como una manera de explicar el comportamiento de las personas en el trabajo, que se basaría en dos tipos de factores:
Factores de higiene
La insatisfacción en una plantilla casi siempre es consecuencia de los factores de higiene, que se conocen así porque producen insatisfacción si no están presentes, pero una vez que están cubiertos no tienen apenas efecto real en la satisfacción a largo plazo. Se trata de elementos como el sueldo, la seguridad laboral, la adecuación del entorno físico de trabajo, las políticas de la empresa y las relaciones con compañeros y supervisores.
Factores de motivación
En realidad, la satisfacción de un empleado es fundamentalmente resultado de lo que Herzberg denominó “factores de motivación”. Estos tienen que ver con el reconocimiento y los logros, la promoción y el crecimiento profesional, o la confianza y la autonomía para realizar su trabajo. Este tipo de factores contribuyen enormemente al aumento de la satisfacción de las personas, mientras que apenas tiene un efecto sobre la insatisfacción.
Por tanto, vemos que dentro del entorno laboral las diferentes necesidades de las personas exigen diferentes tipos de incentivos. Los planes de retribución flexible, las políticas de conciliación y la preocupación por el bienestar de los trabajadores pueden ser de gran ayuda para asegurar los factores de higiene.
Paralelamente, los programas de reconocimientos, así como los planes de formación y de desarrollo de carrera, pueden contribuir a potenciar los factores motivadores.
Afortunadamente, gracias a las nuevas soluciones y plataformas de beneficios e incentivos, desarrollar este tipo de propuestas de valor al empleado está al alcance de cualquier empresa, sea cual sea su tamaño y el sector en el que opere.
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